Resulta curioso observar como cualquier noticia referente a lo deportivo de nuestro club, tiene en nuestras redes sociales decenas de comentarios a favor y en contra. Sin embargo la publicación de las declaraciones de Julian, tan sólo mereció comentarios de un par de personas y muy significadas socialmente en la ciudad.
Sinceramente creo que tanto la afición, como los politicos como el resto de empresarios de esta ciudad creen que la ayuda de una empresa como Alser, permanente desde el año 2005 y mantenida en una situación como la que vive la empresa en estos momentos, es algo así como un maná eterno y perenne. Nada más lejos de la realidad, al sponsor principal de cualquier club, el resto de actores lo tenemos que mimar y darle razones diarias para que renueve su compromiso. Nada de eso ocurre en estos momentos, y eso que es curioso que lo que Alser demanda no es su sustitución, demanda que se sumen nuevas empresas publicas, mixtas y privadas para seguir creciendo y dándole razones para renovar brios y apoyos. Lo digo hoy por si acaso, aunque no siga, Julian Castellblanque se habrá ganado la rotonda de turno, mucho mas que otros que presumen de responsabilidad social corporativa y no se dejan ni un euro en el club mas importante de su ciudad.
Estamos en una encrucijada curiosa y tenemos que despertar, si alguien o algunos iguala la apuesta económica de Alser, tendremos un equipo de Asobal o si bajamos con aspiraciones reales de volver rapiditos. Si no la iguala nadie, pues retrocederemos en el tiempo catorce años y tendremos un presupuesto para militar en Primera Nacional y tendremos que esperar otros cuarenta años a que surja el sucesor de Alser, el de Juanjo Bataller, el de Ramon Belenguer y los de los mil quinientos socios que muchos estaremos en la residencia o enfrente del nuevo pabellón, o sea en el cementerio.
¿Seremos capaces de tirar por la borda tanto conseguido porque nadie se anime a acompañar a Alser en la aventura por seguir mirando hacia arriba? Por orden, señores políticos déjense diez minutitos sus debates esteriles por lo pequeño y por el poder y arrimen el hombro en algo que realmente si genera unanimidades entre sus votantes. De todos sus partidos los tenemos sábado tras sabado en las gradas del Ovni.